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miércoles, 18 de mayo de 2011

Indignación

Lo ven mis ojos y no acaban de creérselo. ¿En serio que la España de ZP, llena de parados, de gente sin ilusión por un futuro mejor, de gente a la que echan a la calle porque el dueño de la empresa no puede cambiar de coche, de gente que pierde las casas que no puede pagar porque les ha echado de la empresa ese mismo jefe que ahora quiere pasar una noche de lujuria en el Ritz, toda esa gente se ha echado a la calle para protestar? Y encima a algunos les parece un montaje de no sé qué político maquiavélico. Ya está bien de pensar que los ciudadanos normales, de a pie, que no tienen privilegios en esta España de casta (que se reparten entre los políticos sin estudios pero con mucho afán de afanar; los banqueros sin escrúpulos, los reyes del timo –léase compañías telefónicas-; los potentados de las grandes empresas; los amiguetes de los políticos; los que viven de subvenciones) son tontos.

Si lleváis varios años dando por culo al personal, es lógico que el personal se dé la vuelta y diga, con cara de hastío: “¿Te importaría hacerme menos daño?”. Con eso se contentan, con que no sea tan transparente la falta de transparencia en las cosas que deciden los políticos sin consultar con los afectados y teniendo muy en cuenta lo que dicen los empresarios. Ya está bien de joder al asalariado, al desempleado, al pequeño autónomo, porque son ellos los que deberían decidir qué es este país –que se va a la mierda- y hacia dónde quiere ir. Mientras el 80 por ciento de la población en España sobrevive (y más de esa mitad, malvive), los políticos sólo piensan en mirar para otro lado y asegurarse una buena pensión para cuando se jubilen.

Me alegro enormemente de que por fin la rabia contenida que se escuchaba en cada conversación en la calle (LA-CA-LLE, eso que no saben lo que es quiénes mandan en este país, y hablo tanto de políticos como de empresarios), se una en un frente común y manifieste su opinión diciendo que las cosas, tal como están, no están bien, que hay mucho que mejorar y que, si me pongo torero, diré que en España hay democracia más para unos que para otros: que hay ciudadanos de business y ciudadanos de turista y hasta ciudadanos de sótano; que libertad, hay la justa, porque uno queda encadenado para toda la vida cuando firma una hipoteca y tiene un contrato de trabajo infame; y que el famoso Estado de Bienestar, pues no lo veo por ningún lado.

Este movimiento ciudadano es, quizás, el más importante que ha habido en los últimos años en España y estaría muy bien que todos los políticos y empresarios que deciden lo que sucede en este país, tuvieran muy en cuenta lo que está pasando, porque lo que está pasando ahora mismo en las calles de toda España, no es baladí. Y espero que ningún político populista se suba al carro de las reivindicaciones, muy justas, que solicitan quiénes firman el manifiesto de “Democracia Real Ya”.

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