Si lleváis varios años dando por culo al personal, es lógico que el personal se dé la vuelta y diga, con cara de hastío: “¿Te importaría hacerme menos daño?”. Con eso se contentan, con que no sea tan transparente la falta de transparencia en las cosas que deciden los políticos sin consultar con los afectados y teniendo muy en cuenta lo que dicen los empresarios. Ya está bien de joder al asalariado, al desempleado, al pequeño autónomo, porque son ellos los que deberían decidir qué es este país –que se va a la mierda- y hacia dónde quiere ir. Mientras el 80 por ciento de la población en España sobrevive (y más de esa mitad, malvive), los políticos sólo piensan en mirar para otro lado y asegurarse una buena pensión para cuando se jubilen.
Me alegro enormemente de que por fin la rabia contenida que se escuchaba en cada conversación en la calle (LA-CA-LLE, eso que no saben lo que es quiénes mandan en este país, y hablo tanto de políticos como de empresarios), se una en un frente común y manifieste su opinión diciendo que las cosas, tal como están, no están bien, que hay mucho que mejorar y que, si me pongo torero, diré que en España hay democracia más para unos que para otros: que hay ciudadanos de business y ciudadanos de turista y hasta ciudadanos de sótano; que libertad, hay la justa, porque uno queda encadenado para toda la vida cuando firma una hipoteca y tiene un contrato de trabajo infame; y que el famoso Estado de Bienestar, pues no lo veo por ningún lado.
Este movimiento ciudadano es, quizás, el más importante que ha habido en los últimos años en España y estaría muy bien que todos los políticos y empresarios que deciden lo que sucede en este país, tuvieran muy en cuenta lo que está pasando, porque lo que está pasando ahora mismo en las calles de toda España, no es baladí. Y espero que ningún político populista se suba al carro de las reivindicaciones, muy justas, que solicitan quiénes firman el manifiesto de “Democracia Real Ya”.